Protejo el medio ambiente

La parashá de Noé presenta la necesidad de la reparación del mundo tras la destrucción moral y destaca la importancia de construir una sociedad ética, ordenada y justa.
Noé, en su rol de "guardián de la creación", salva a los animales, garantizando así su supervivencia, junto con la protección de la naturaleza y el medio ambiente.
Esto lo convierte en un símbolo de responsabilidad ecológica y social.

La parashá de Noé describe el diluvio que destruyó el mundo debido a los pecados de los seres humanos. El mundo había llegado a un punto tan bajo de corrupción moral que "la tierra estaba llena de violencia" (Génesis 6:11), y por lo tanto, se decretó su destrucción. Después del diluvio, D'os hizo un pacto con Noé y su descendencia, simbolizado por el arco iris, en el que se establecen las siete leyes de los hijos de Noé – un sistema de leyes morales universales cuyo propósito es preservar la sociedad y la naturaleza.
El pacto simbolizado por el arco iris representa esperanza y el deseo de un constante mejoramiento del mundo a través de las acciones de los seres humanos, y entre otras cosas, el equilibrio entre el progreso y la protección de los tesoros naturales. Un principio central en la concepción de la reparación del mundo es que el mundo no es perfecto, pero el ser humano tiene la responsabilidad de actuar para mejorarlo y evitar su destrucción en beneficio de las generaciones futuras.